Porque lucho contra las deportaciones afuera del Congreso

Porque lucho contra las deportaciones afuera del Congreso

El mes pasado deje mi trabajo en el Congreso para regresar a organizar con mi comunidad. Fue una decisi?n dif?cil, pero no pod?a seguir inm?vil en un lugar lleno de juegos pol?ticos. Juegos que est?n causando inmenso dolor en nuestra comunidad. Despu?s de que el pa?s ayudara a detener la deportaci?n de mi madre, me di cuenta que el poder esta en nuestra comunidad y el pueblo Americano y no en los c?rculos pol?ticos de Washington, D.C.

A principios de a?o fui tomada por sorpresa con la experiencia mas dolorosa de mi vida: Inmigraci?n y control de aduanas (ICE por sus siglas en ingles) intento separar a mi familia deteniendo a mi madre de 55 a?os y a mi hermano mayor cuando estaban en mi casa; el refugio que yo hab?a pensado que seria el lugar mas seguro para una familia.

Despu?s de ver a mi madre con las manos esposadas, me di cuenta que tal vez me hab?a equivocado sobre el Presidente; por el cual yo anime a mi comunidad que diera su voto. Me di cuenta que las palabras que el Presidente Obama dijo cuando fue el orador principal en mi graduaci?n de la Universidad Estatal de Arizona en el 2009 eran palabras vac?as.

Afortunadamente, con la ayuda del pa?s, mi familia ha sido reunida. Mis bases como organizadora comunitaria y mi historial publico fueron la llave para que mi mama se quedara con nosotros. Hasta este d?a, no se quien, pero alguien all? arriba en Washington D.C., despu?s de ver el descontento nacional, hizo la llamada para que dejaran en libertad a mi madre y a mi hermano. Su regreso fue uno de los momentos mas memorables de nuestras vidas.

Fue tambi?n el comienzo de una nueva etapa en mi vida. Yo la llamo la etapa de “Limpiar el desastre de Obama”.

Desde entonces he recibido docenas de mensajes de familias, que como yo, han sido aterrorizadas por la falta de acci?n del Congreso y las cuotas de deportaci?n de la Casa Blanca. Ellos no solo me buscan para contarme sus historias, pero para desesperadamente pedir mi ayuda.

Mi coraz?n se lleno de alegr?a al saber que mi familia se mantendr?a unida por un a?o mas. La alegr?a, sin embargo, duro muy poco. Recib? la llamada de Naira, una joven madre de dos hijos ciudadanos, pidi?ndome que ayudara a su esposo.

El caso de mi madre estaba en todas las noticias, pero nadie estaba al tanto del caso de Ardany. Nadie sabia que otro padre estaba apunto de ser deportado. A mi madre se le permiti? permanecer, a Ardany no.

Decidimos pelear de nuevo. Junto con mi familia y 20 personas mas decidimos ir con la familia de Ardany a orar afuera del centro de detenci?n para que Ardany no fuera deportado. Pac?ficamente y en silencio oramos afuera mientras nuestra comunidad hacia llamadas desde casa a ICE. No tuvimos ?xito. De hecho, ICE empleo t?cticas enga?osas para no tener que enfrentarse a la comunidad. Utilizaron un autob?s vac?o para distraer a Naira y a sus hijos para hacerlos pensar que su pap? estaba en ese autob?s, s?lo para descubrir despu?s que fue sacado del edificio por una salida secreta y que estaba ya en el aeropuerto apunto de ser deportado. De hecho, las autoridades de inmigraci?n llegaron al extremo de darle a Ardany un sedante para dormirlo y que no resistiera su deportaci?n.

Ardany, padre de dos hijos ciudadanos quien vino a los Estados Unidos para escapar la violencia y las amenazas de muerte por ayudar a los j?venes a salir de las pandillas, un esposo quien no hab?a conocido a su hijo reci?n nacido, y un buen hombre quien nunca hab?a cometido ning?n delito. Su familia obtuvo un resultado muy diferente a la m?a. Eso no es justo.

En el 2008 estaba emocionada por ver a Barack Obama como nuevo presidente; un presidente que llevaba una bandera del “Cambio” por todos lados y se comprometi? a aprobar una reforma migratoria tan pronto como asumiera su cargo. Estaba cansada de luchar contra los republicanos extremos de mi estado natal, Arizona. Anim? a mis amigos ciudadanos a votar por el pensando que nos salvar?a de la ola anti-inmigrante que estaba infectando otras partes del pa?s.

La semana pasada ICE anuncio que el numero de deportaciones se “redujo” en un por 10 por ciento. Ellos argumentan que los n?meros son mas bajos que en a?os anteriores, pero Ardany no es un numero. Mi hermano no es un numero. Son historias que ocurren todos los d?as y le pido al Presidente Obama que cumpla su palabra de no separar a mas familias. El Presidente tiene el poder de otorgar alivio a nuestras familias, como lo hizo con los so?adores, y detener las deportaciones.

Se?or Presidente, usted todav?a esta a tiempo de traer “Cambio” real. Por favor, sea el Presidente que cre?a en el 2008 que seria nuestro campe?n de pol?ticas humanas de inmigraci?n y no solo legislaci?n. Un presidente que le hacia frente al Tea Party y no un presidente que acumular?a mas de 2 millones de deportaciones. Un numero record de deportaciones no debe ser parte de su legado, ni una generaci?n entera de j?venes deben ser desilusionados por su Presidencia.


About The Author

Erika Andiola

Co-Director

Erika has wide-ranging experience in grassroots and political advocacy at the local, state, and national level.

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